22 Sep L+L
¡Bienvenido otoño!
Hoy os escribo desde el corazón, para despedir uno de los veranos más bonitos de mi vida, especial, diferente y lleno de cariño. Y lo hago con unas fotos, que espero enseñar feliz y entrañable a mis nietos, junto a esa persona que más adoro en el mundo, mi futuro marido. A él no le gusta mucho esto de las redes sociales. Sin embargo yo, no es que necesite demostrar nada, pero sí hay algo que tengo claro, regalar amor nunca ha hecho daño a nadie y estoy muy agradecida de cada segundo, minuto y horas vividas, ya que cualquier día puede ser el último. Y no me acompleja gritar a los cuatro vientos esa sensación, la sensación de estar viva, de estar rodeada de gente maravillosa que comparte su día a día conmigo, de regalar mil sonrisas a esa gente que tan solo el verte feliz su felicidad se multiplica, que valora tus pequeños detalles. Son muchas personas: familia, amigos…, pero él es todas ellas en una, la combinación perfecta. Y hoy quiero darle las gracias por haber hecho de mi una mejor versión, porque no hay nadie que me entienda mejor, porque me hace luchar por los sueños (por los míos y por los que soñamos juntos) Me quedo sin palabras. Sólo quiero llorar, llorar de alegría… Siempre he sido una soñadora y he creído en el amor, pero jamás he sentido esta sensación de paz que me acompaña todo el rato. La sensación de verte capacitado para superar cualquier obstáculo, de querer comerte el mundo. Porque algo me dice que juntos seremos invencibles, porque el amor verdadero es invencible… El día que la diseñadora que me hará el vestido de novia me preguntó: – ¿Que quieres que sienta él y la gente cuando te vean llegar? yo le respondí: -Que soy una soñadora, que soy una soñadora gracias a él. Él me hace soñar.
Lau**
